“Lo que los objetos comunican”

Todos los objetos sean de uso cotidiano u objetos de culto, poseen una cierta carga simbólica implícita. La semiótica (estudio de los signos y símbolos) cumple una función comunicativa, y se puede decir que todos los objetos tienen significados subliminales que están contenidos en su diseño, ya que comunican y transmiten al usuario ciertos contenidos.

Según Helmut Krauch, las formas de los objetos, emiten señales que influyen en la percepción y en el comportamiento que va a tener el usuario al usar dicho objeto.

Sin embargo los diseñadores del movimiento moderno se centraban en las funciones prácticas del objeto, dejando de lado, las emociones, significados y símbolos que el objeto puede transmitirle al usuario, suprimiendo el ornamento de los objetos para que prevalezca solo lo esencial de la forma y la función.

Por otro lado los diseñadores posmodernistas recurren a la semiótica para transmitir significados y valores a los objetos de uso cotidiano.

De hecho a lo largo de la historia del diseño se utilizaron elementos decorativos para transmitir o para impartir un cierto tipo de carácter al diseño, y también se utilizaba para transmitir una cierta jerarquía social mediante el objeto.

Algunos diseñadores relacionados al movimiento Arts and crafts, como por ejemplo Charles Voysey y Charles Mackintosh, le agregaron a sus obras algún significado semiótico, como por ejemplo significados espirituales, mediante el uso de motivos como por ejemplo corazones perforados, círculos y cuadrados, que simbolizan el amor el cuerpo y el espíritu.

Otro claro ejemplo de diseños que poseían una función comunicativa son los del Francés Emile Gallé, que diseñó y fabricó para la école de Nancy, muebles con un "espíritu" y lenguaje propio. Gallé intento transmitir en sus muebles el alma de las plantas, usando como elementos de diseño hojas marchitándose y madera que humanizan sus diseños.

Es importante comprender que todo objeto es portador de significados, que comunican entre otras cosas el uso, y una cierta jerarquía social. Por lo cual al eliminar la semiótica del producto, se elimina el simbolismo y se deshumaniza el objeto, generando un diseño más "frío", y a su vez se esta negando un método fundamental de comunicación cultural.



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