“El diseño también se encuentra en lo cotidiano”
La realidad es que el diseño está en todas partes, hasta se puede afirmar que no hay nada que usemos y que no esté diseñado.
Todos los objetos que usamos, fueron pensados y diseñados para que podamos realizar nuestras tareas de la manera más fácil y placentera que sea posible.
Sin importar si se trata de un objeto de culto o de uso cotidiano, siempre hay que tener en cuenta a la hora de diseñar que la mayoría de lo que experimentamos es visual. A su vez todos los objetos, poseen una cierta carga simbólica implícita que debe ser tenida en cuenta ya que están comunicando y transmitiendo a los usuarios ciertos contenidos.
Es por estos motivos que lo primero que hay que hacer al iniciar un nuevo proyecto de producto, es definir cuales son los problemas que queremos resolver, como mecanismo de pensamiento de diseño para poder entender el porque de lo que tratamos de hacer, cuál va a ser su función y cuál va a ser el propósito que va a tener que cumplir el producto.
El diseño está en todos lados, no es algo frívolo ni superficial, es algo que hace que completar una tarea sea algo placentero de hacer y que esta se pueda realizar en el menor tiempo posible, facilitando la vida cotidiana de sus usuarios en el día a día.