“Ciclo de vida de un producto”

23.12.2019

Raymond Vernon (1966), desarrolló la teoría, en cuanto al punto de vista de lo económico, del ciclo de vida de un producto, para poder entender lo que se observaba en el comercio a nivel internacional.

El ciclo de vida de un producto podría ser considerado como una herramienta de marketing que sirve para poder visualizar de manera clara la evolución de un producto, desde que sale al mercado, hasta que sale de circulación.

El proceso de evaluación comienza desde el momento que el producto sale a la venta, y requiere de una gran investigación de lo que funciona en el mercado para que el producto pueda subsistir, ya que en esta primera fase, hay muchos productos que no logran continuar, debido por ejemplo a la poca cantidad de ventas que generan, al gasto en publicidad que requieren, etc.

Si el producto logró encontrar un espacio en el mercado en el cual insertarse, debido a que se realizó una correcta investigación de mercado, en la cual se encontró una necesidad real a satisfacer con dicho producto, se puede avanzar a la fase de crecimiento. En esta fase el producto ya ha logrado llegar a un gran número de personas, aumentando el tamaño del embudo de clientes potenciales, generando un aumento en las ventas, y logrando que el producto comience a posicionarse en el mercado.

Luego en la fase de madurez, es donde se puede visualizar el mayor número de ventas, y la marca logra afianzarse como un referente más del mercado. Sin embargo en esta fase suele haber mucha competencia, por lo cual se intenta rebajar el precio del producto para que pueda ser competitivo, ante los precios de otros productos del mercado.

Finalmente en la fase de declive, las ventas del producto comienzan a disminuir drásticamente, haciendo que el producto deje de ser rentable en el mercado, esto se debe a que quizás cambiaron las necesidades del mercado, y nunca se realizó una nueva investigación a fondo para poder actualizar el producto y ajustarlo a las nuevas necesidades.

Es por este motivo que es conveniente tener actualizado al producto en base a las nuevas necesidades del mercado, y hasta se podría llegar a relanzar el producto con las actualizaciones que se ejecutaron. También se podría llegar a estirar la etapa de madurez del producto, creando nuevos hábitos de consumo, entre otras posibles acciones para evitar el declive.




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